Tiempo al tiempo:

skincare para cada etapa de la vida

Crecer y envejecer son procesos naturales. Que sucedan solo significa que estamos vivos, que hemos tenido increíbles experiencias y que hemos aprendido muchísimo. Así que qué mejor que abrazar el hecho de que el tiempo pasa y que nuestro cuerpo cambia con él. 
Cada etapa de la vida tiene sus partes buenas, y las rutinas de skincare son perfectas para celebrarlas: es un rato que nos dedicamos a sentirnos bien y darnos un apapacho antes de empezar el día, y al terminarlo.

Aquí te dejamos los skincare necesarios para que luzcas radiante en todas las edades.
Antes de empezar es importante decir que en todas las etapas, la higiene (por la mañana y la noche), la hidratación y la protección del sol son puntos clave. Es la base para que una piel se mantenga sana y cuidada.

En la infancia

Las rutinas de cuidado de la piel deberían de empezar al mismo tiempo que empezamos a lavarnos los dientes por nuestra cuenta. Tener el hábito de lavarse el rostro en las mañanas y en las noches desde que somos niñas es una excelente idea: la constancia lo es todo en el cuidado de la piel y si desde pequeños nos acostumbramos, se vuelve mucho más fácil. Además, ayudará a evitar acumulación de grasa y creación de puntos negros cuando empieza la pubertad. 

De igual manera, ¡el uso de protector solar debe de empezar desde que somos pequeñas y pequeños! Los rayos UVB y UVA son muy fuertes y pueden causar estragos en la piel. Esta práctica debe continuar toda la vida.

En la adolescencia, acompañada de sus característicos cambios hormonales, suele ser el momento en el que las rutinas de cuidado de la piel empiezan a tomar un poco más de pasos. 

El tema del acné es complejo. Hay muchos mitos e información falsa sobre este tema, el cual se debe de tomar en serio pues las consecuencias, tanto físicas como emocionales son fuertes. Sin embargo, la clave para el éxito siempre será la constancia de la rutina, sea la que sea que necesite tu piel.

En esta etapa es importante identificar tu tipo de piel (¡pst! aquí hay una guía para que lo hagas), pues los productos que escojas usar deben de responder a tus propias necesidades. Especialmente si se empieza a usar maquillaje, hay que saber bien qué decisiones tomar, pues la salud de tu piel está en juego.

La limpieza y los productos exfoliantes toman especial relevancia antes y durante los veintes, pues la vida suele empezar a hacerse más ajetreada, con salidas nocturnas, fiestas y viajes. 

¡No olvides que el tiempo que le dedicas a tu skincare es tiempo que te dedicas a ti misma, a cuidarte a tí!

Esta etapa suele ser de las más difíciles de afrontar como mujeres, pues crecemos con la idea de que envejecer está mal, y con los treintas empiezan las primeras señales de que el tiempo pasa. Sin embargo, ¡el tiempo no es malo! Cada etapa es diferente y tiene sus partes maravillosas. 

Los serums son grandes aliados para empezar a incorporar en la rutina, pues son de alto impacto y ayudarán a fortalecer e hidratar tu piel para el futuro. Para quienes tienen conflictos con las arrugas, este es un buen momento para comenzar a usar productos que ayuden a evitar que se produzcan. El ácido hialurónico en serum es un muy buen lugar para empezar.

Si empiezas a notar manchas en tu piel, comenzar a utilizar un producto especializado en este aspecto será muy importante, pues al pasar del tiempo se van “aferrando” y es más difícil desvanecerlas. ¡Recuerda que el mejor antiarrugas y antimanchas es siempre el protector solar!

Los masajes faciales también son muy bienvenidos en esta época, pues además de ser deliciosos, ayudan a que la piel tenga buena circulación y se mantenga elástica.

Entre 40 y 50

Uno de los efectos de la edad en la piel es que pierde elasticidad e hidratación. Eso causa, en gran parte, las arrugas –que no son malas, ¡significa que te has expresado mucho! 

En esta etapa de la vida toca nutrir muchísimo a la piel para que pueda seguir radiante y flexible. El primer paso es que lo hagamos con aún más cariño, y después, que los productos seleccionados tengan fórmulas ricas y densas que ayuden a hidratar la piel. Los activos que vamos a buscar incorporar son el retinol, colágeno, vitamina C y péptidos.

Nuestras sugerencias para incorporar a la rutina son: un limpiador cremoso, un exfoliante facial, vitamina C y retinol en serum, y una crema muy hidratante. 

Una de las zonas clave a proteger a partir de los 40 es el contorno de los ojos, pues la piel de esta área es mucho más delgada y, por lo tanto, mucho más débil. Buscar productos que ayuden a mantener la elasticidad e hidratación de esta zona ayudará a que el rostro se vea menos cansado y que la gravedad no cause tanto impacto.

Seguir con los masajes es buenísima idea, y también fijarnos en mantener un excelente consumo de agua que no baje de dos litros por día, y un poco más si hace mucho calor.

De 60 para arriba

Las principales muestras del tiempo que vemos en la piel en esta etapa son las arrugas, las manchas y la resequedad, por lo que los productos predilectos para escoger serán renovadores celulares que ayuden a la producción de colágeno, y antioxidantes para bloquear el proceso oxidativo y que eso sirva para mejorar la luminosidad de la piel. 

La realidad es que el cuidado de la piel es acumulativo, así que la piel que llega a los 60 es la que empezaste a cuidar años antes. Eso significa que cada piel tendrá sus propias características y registros de lo que pasó en la vida. 

Para este momento la rutina de skincare ya debería de ser tan natural como respirar, así que los cambios que se le hagan serán mínimos. Únicamente se trata de seleccionar productos que sean cada vez más hidratantes y nutritivos, así cómo asegurarse que sean para pieles sensibles, especialmente en el caso de los serums y exfoliantes. 

Como ya dijimos, sin importar la edad, nuestra piel merece cuidado y atención. Higiene, hidratación y protección es la base con la que debemos de mantenernos a lo largo de toda nuestra vida, pero también factores como la salud emocional, la alimentación y el consumo de productos como cigarro y alcohol tienen un impacto directo en el estado de nuestra piel. 

La piel es el órgano más grande del cuerpo y cumple con miles de funciones que nos protegen y mantienen vivas, que nos acompaña a afrontar la vida cada día. Lo mínimo que podemos hacer es cuidarla y darle el cariño que se merece, en cada etapa de nuestras vidas.