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XConoce las claves para escoger los mejores productos para piel grasa y acabar con esos brillos, granitos y puntos negros.
La piel grasa se caracteriza por un exceso de producción de sebo, frecuentes granitos y gran aparición de puntos negros. Las causas de este tipo de piel son diversas: genética, desequilibrios hormonales, clima, edad, alimentación, entre otras.
Sin embargo, tener este tipo de piel no significa resignarse a un rostro demasiado brilloso e incómodo acné. Con una rutina de cuidado facial y la selección de productos adecuados, tu piel se puede ver tersa y balanceada, con luminosidad, pero no grasa.
Si no estás completamente segura de cuál es tu tipo de piel, aquí te dejamos nuestra guía para que lo descubras: ¿cómo identificar los tipos de piel?.
Con estas 8 claves (que son un mapa de una rutina skincare) podrás encontrar los productos perfectos para que tu piel se mantenga fresca, radiante y balanceada.
Lo más importante es que los cosméticos no añadan más grasa, pues eso puede ser perjudicial y empeorar la situación; aunque tampoco resequen tanto que se vuelva contraproducente, pues las glándulas sebáceas responden con mayor producción cuando se aplican productos demasiado fuertes.
La limpieza es la clave más importante para lograr mantener la piel grasa controlada y bien balanceada. Los granitos y puntos negros se producen en el momento en el que el sebo obstruye los poros, y combinado con la contaminación y la suciedad normal que llega a nuestro rostro durante el día, se generan infecciones.
Es por esto que una buena limpieza hace toda la diferencia. Todas las noches, antes de dormir, hay que limpiar el rostro para asegurarnos que le quitamos todo eso que acumulamos durante el día, para realizar este paso es fundamental lavar nuestro rostro con un jabón antiacne. Por supuesto, quitar el maquillaje es crucial.
Al despertar en la mañana debemos de volver a hacerlo, pues así quitaremos el sebo que se produjo durante la noche, tiempo en el que la piel se regenera e hidrata naturalmente.
Un excelente producto para empezar la limpieza es el agua micelar, que refresca y remueve los excesos de grasa sin deshidratar la piel. Son recomendables también para desmaquillar, pues las cremas y leches limpiadoras son grasosas y suelen empeorar los problemas de oleosidad.
Un limpiador suave puede seguir este paso, especialmente en la noche, para remover todo lo que se acumuló en la piel durante el día. Lo importante es que al escogerlo se busque que tengan un pH de alrededor de 5, con lo cual se logrará una limpieza profunda pero suave, que no termine deshidratando tu rostro.
Hay distintas opiniones respecto a este paso, pues mientras algunas personas aseguran que quienes tienen piel grasa pueden exfoliarse hasta dos veces a la semana, hay otras que consideran que lo mejor es ir disminuyendo el uso conforme mejora el estado de la piel hasta hacerlo únicamente una vez al mes.
En este caso, se empieza con un solo día de exfoliación, con un producto suave. Se recomienda hacer esto en el momento de la ducha, pues así el vapor ayudará a abrir los poros y que el efecto de limpieza funcione mejor.
Lo ideal es ir disminuyendo el uso de exfoliantes a cada quince días, y después a solo una vez al mes, pero la mejor medida la podrás ver tú en tu piel. Si sientes que aún hay muchas asperezas e irregularidades puedes seguir una vez a la semana, o incluso dos. En cambio, si sientes que tu piel se está irritando, puedes cambiar de producto o hacerlo con menos frecuencia e intensidad.
Cada piel es diferente y tiene reacciones particulares, por lo que es imprescindible poner atención a lo que te dice. Si algo le va bien o mal, lo sabrás y no hay mejor parámetro para mantener la piel saludable que lo que se va sintiendo día con día.
Después de la limpieza viene el momento de hidratar la piel. Se podría pensar que las pieles grasas pueden saltarse este punto, pero ese es un gran mito que debe de eliminarse de inmediato.
Si dejamos la piel sin hidratante, el cuerpo recibe un mensaje de escasez y las glándulas sebáceas empiezan a producir más grasa, lo cual es exactamente lo contrario a lo que queremos. Hay que mandar el mensaje adecuado con un hidratante suave y libre de aceites.
Los serums siliconados son una excelente opción pues tienen mayor concentración de agua que de aceite y su composición permite hidratar profundamente sin obstruir los poros con grasa.
Visita nuestro artículo y conoce, ¿cómo elegir un serum facial?
Lo diremos hasta el cansancio: el protector solar no se puede saltar nunca. No importa si no estás de vacaciones en la playa o te vayas a quedar adentro de un edificio todo el día, las radiaciones solares llegan a tu piel y pueden tener efectos dañinos a corto y largo plazo, por estas razones es importante conocer qué son los rayos uva y uvb.
Pero quienes tienen piel grasa deben de tener particular cuidado con el protector solar que eligen, pues las moléculas fotoprotectoras son poco solubles en agua y necesitan un excipiente graso para poder disolverse.
Por suerte, ya hay opciones diseñadas específicamente para este tipo de pieles, que evitan los brillos y brotes acneicos. Busca los productos con fotoprotectores dry touch (toque seco) y anti-brillos.
Sabemos que hay muchos mitos del maquillaje respecto a su uso en piel grasa, particularmente en aquellas que sufren de acné. Pero lo más importante de saber es que con unos cuantos trucos sencillos, maquillarse no agravará el problema.
La selección de la base es importante. Se recomiendan los maquillajes compactos, particularmente los que llevan las etiquetas “oil free” y “no comedogénico”, pues estos están diseñados específicamente para piel grasa y evitarán sumar sebo a tu rostro.
Un polvo matificante para sellar la base y eliminar los excesos de grasa pueden ayudar mucho.
Al aplicarlos se recomienda usar una brocha para que la capa no quede demasiado gruesa y no se obstruyan los poros, lo cual puede causar granitos y puntos negros. Y algo importantísimo es que después de cada utilización, laves tus utensilios para evitar infecciones futuras. Basta con ponerles un poco de jabón de manos, enjuagarlos y dejarlos secar.
Por último, en caso de que sufras de producción de grasa a lo largo del día, se recomienda mucho llevar láminas antibrillos u hojas de arroz contigo. Son absorbentes de grasa pero mantienen el efecto del maquillaje, lo cual le da a tu rostro un mantenimiento a lo largo del día y evita los excesos de brillo.
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